Casi siento la media noche, abrumado por la procastinación cuyo pesar se hizo sentir no hasta un par de horas, enciendo mi último cigarrillo para luego dormir, como de costumbre. Es en ese momento en que comienzo a divagar entre las letras de distintos autores, que evocan sentimientos y conjeturas que remesen el interior, como si nos abrieran la cabeza y veamos algo que siempre estuvo ahí, pero ahora en colores. Comencé a relatar asuntos del imaginario, cosas que nacían desde el miedo de unos cuentos, y las flexiones de otras narraciones. Me doy cuenta poco a poco, que finalmente el artística es quien expresa su conciencia en una obra, sea del orden que sea, y sea la técnica que sea. Pero siempre mostrará un mundo ficticio, que Platón definió hace mucho como una imitación de la realidad. Sería una conclusión alterna que aparece como vapor en nuestra conciencia, para que el mundo la conozca y vea esta imitación del mundo en el que vive. No se si podría ser atribuido el ...