Era un miércoles por la mañana, estaba nublado e iba en la micro temprano a trabajar, todo era perfecto. El cielo estaba pintado de gris incluso al punto de oscurecer la existencia. Como por suerte de hechizo mis ojos fueron atraídos por el teléfono, y siento que Instagram me llama. Comienzo a pasar las fotografías sin siquiera ponerle atención a lo que ponían, mucho menos de hace cuando tiempo eran. Sólo me importaba darle likes a los perfiles conocidos, como para que al menos piensen que de alguna forma estamos pendientes el uno del otro. Iba pasando de una publicación a otra, hasta que aparece ante mí la imagen de una chica con cuernos, pero no era una publicación cualquiera. Era la publicidad de un perfil de Netflix, que mostraba una nueva serie, de la cual quizá en algún momento oí hablar. Había una chicha rubia de pelo hasta los hombros y cuernos diabólicos de nombre Sabrina. ¡Si! Se trataba de la nueva versión de una serie noventera que veía cuando tomaba once donde la Soa...