Siempre se ha asociado a los magos, brujas y hechiceros a libros mágicos. En ellos se ocultan hechizos, símbolos y conjuros de todo tipo, incluso a veces maldiciones y venenos poderosos.
Estos libros, comúnmente llamados grimorios, albergan el conocimiento de toda la tradicion de la magia, y acompañan al mago en su travesía mágica.
Cuentan las historias que Merlín y Morgana fueron quienes comenzaron la tradición de los grimorios, y muchos otros que vinieron más adelante se perdieron al ser prohibidos por la iglesia católica, perdiéndose así material invaluable. Esa es la razón, por la cual hay grimorios que no pueden ser encontrados en la época contemporánea, incluso de los que quizá ni siquiera hemos escuchado hablar.
El libro de las sombras, es el libro principal de todo mago o bruja. Popularizado por la serie Charmed de los años 90, este libro es utilizado mayoritariamente por quienes siguen la tradición wicca. En él, se escribe más que sólo magia.
Por regla general, en él se escribe sobre los dioses y los espíritus elementales. Sus símbolos, rezos e invocaciones que se utilizan en los círculos para conjurar. También encontraremos la rede wicca o el gran consejo, un poema escrito por Doreen Valiente en los años 70, el que es considerado como manifiesto de los principios fundamentales de la wicca. Hay también una descripción de los Esbats, o festivales de la rueda anual; además de los sabats y las fiestas lunares.
También aquí encontraremos el gran rito, que no es más que el inicio del ritual donde conjuramos el círculo, y se invocan las fuerzas elementales además de los dioses para poder potenciar nuestra magia.
También debería haber un apartado sobre las herramientas mágicas, como consagrarlas, las hierbas utilizadas en los rituales, piedras y runas mágicas, y por supuesto, todos los conjuros, pociones e información relevante que podamos utilizar con nuestra energía.
No hay fórmula ni materiales específicos para confeccionar el libro de las sombras, ya que la idea es dejar una parte de nuestra alma en él. No como un horrocrux como en Harry Potter, si no que debemos tener una conexión con nuestro libro, ya que será él quien guardará nuestros secretos de bruja.
En mi caso particular, mi libro de las sombras es un libro con papel y cartón reciclado que compré hace poco más de ocho años. Esta bastante destartalado, está remendado con hilo y cuerda, pero me encanta por que es ecológico, tiene una encuadernación artesanal que me permite seguir añadiendo páginas, y tiene el mismo estilo improvisado que mi varita mágica. Con el tiempo, he escrito una serie de recetas que he utilizado y utilizo constantemente, además de tips que he recabado sobre los mismos hechizos que ahí he escrito. Las cosas más específicas y sin la cual no se podría realizar el hechizo, sobre todo si este puede ser peligroso si cae en malas manos, me tomé la libertad de escribirlos en runas. De esa forma, sólo alguien que tenga facilidad con ellas podría descifrarlo, pero no será tarea fácil, por lo que es una forma de prevenir. La forma en la que está confeccionado, dirá mucho de quiénes somos y cómo trabajamos con la magia.
Mi primer libro de las sombras tiene más de catorce años. Compré una libreta cuando decidí comenzar el camino como hechicero, pero por cosas de la edad, este libro fue tomando un rumbo oscuro y retorcido. Tiene incluso invocaciones secretas, pero cuando encontré la wicca, normalicé los principios y leyes del universo, y preferí dejarlo, para hacer otro que se ajustara con el vivir y dejar vivir, justamente dar y recibir como lo recita la rede. Actualmente aún lo conservo, pero lo uso sólo cuando las maldiciones son la última opción. Está encadenado como símbolo de los peligros que ahí se albergan, deseando que nunca nadie excepto yo lo abra. Desde que decidí guardarlo de la vista de los demás, lo encanté para que fuera invisible a los ojos de otros, y que de abrirlo sin permiso, sea avisado por medio de espíritus o visiones, y pueda prevenir que saquen alguna información para dañar a personas inocentes.
Con el tiempo, fui adentrándome en la creación de pociones, filtros y aceites mágicos. Para eso, compre una libreta pequeña, de bolsillo, para poder ir escribiendo las recetas que encontraba o yo mismo creaba, hasta probarlas y pasarlas al libro de las sombras. Con la última libreta que adquirí para transformarlo en grimorio, estoy anotando conjuros verbales e invocaciones un poco más avanzadas y con distintos fines, pero son rezos y cánticos que no tienen que ver mucho con la tradición wicca, por lo que preferí dejarlo separado.
Cada mago, bruja o hechicero puede tener tantos libros o grimorios como quiera. Hay algunos que no utilizo regularmente, como el de tiradas de tarot y lecturas que he hecho; como también hay otros que simplemente no he querido tener, como el diario de sueños. Todos estos libros mágicos son importantes, en la medida en que tengan una razón de ser para la persona que practica la magia y la brujería. Muchos de ellos guardan secretos ancestrales, recetas familiares, y las experiencia de la propia bruja.
Feliz encuentro, feliz partida, feliz encuentro otra vez..
Adelphos.

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